martes, junio 12, 2007

Las Perspectivas 2007

Comunicamos a nuestros visitantes que el documento respectivo fue elaborado en octubre de 2006 y su inclusión en este Blog sirve para verificar el cumplimiento o incumplimiento de las premisas establecidas en el mismo.

miércoles, abril 11, 2007

ESCENARIOS 2007

Reiteramos, una vez más, que cuando hablamos de “escenarios” nos referimos a las probables circunstancias que envolverán el ámbito político y económico en el próximo futuro. Como sostuviéramos en varias oportunidades, la técnica de construcción de escenarios constituye un eficaz recurso de planeamiento, precisamente porque aunque el futuro es impredecible y tan sólo podemos imaginar algunas de las situaciones –de cumplimiento incierto- que enfrentaremos, el dirigente y el empresario debe necesariamente determinar algún curso de acción. Esta herramienta nos ayuda en tal sentido, porque nos permite algo así como ensayar el futuro, ayudándonos a reconocer las señales de peligro o bien, las situaciones –sean éstas favorables o adversas- que podrían llegar a presentarse. De esa manera, la alta dirección puede buscar cómo evitar sorpresas, intentando adaptarse con eficacia y pragmatismo a dichas circunstancias.

Las estimaciones para el año calendario 2007

a. Contexto político internacional

Existe fuerte tensión geopolítica mundial: En Latinoamérica, México puede tener problemas de gobernabilidad; Bolivia está bajo la amenaza de una guerra civil por secesión; y Ecuador, con incertidumbre política y cercano a un default o una crisis cambiaria. La nociva influencia del eje cubano-venezolano podrá sensibilizar al extremo a tres zonas “calientes” de fronteras: a) Venezuela, Colombia, Brasil, Ecuador y Perú; b) Sur de México y Centroamérica; y c) Bolivia-Paraguay. En Europa, por otra parte, Hungría enfrenta una crisis política no resuelta y Turquía, afronta una fuga de inversores. En Asia, Tailandia, tuvo un golpe de estado que revive la crisis asiática de 1997[1]. Nunca el mundo ha sido un lecho de rosas pero, tampoco nunca, los acontecimientos políticos derivaron con tanta rapidez –gracias a comunicaciones instantáneas- en consecuencias económicas críticas.

Dentro de este panorama y a pesar de los problemas de “lavado de dinero –con asesinato del vicepresidente del Banco Central, incluido- Rusia puede convertirse en la estrella del 2007, por el alto precio del oro y el petróleo y, sobre todo, porque eliminó totalmente los controles de cambio, lo que representará significativo ingreso de capitales[2]. Recordemos, por otra parte, que también saldó su deuda de u$s 22.500 millones al Club de París[3]. Por lo tanto, debiera convertirse en un mercado objetivo importante dentro de la estrategia de nuestro país para la recuperación del mercado de carnes.

b. Contexto político local

Durante el curso del 2006, el gobierno del Presidente Kirchner ha transitado una etapa de moderado desgaste que, entendemos se irá acentuando en el próximo año electoral. Nuestro mandatario no ha sabido captar algunas demandas sensibles de la sociedad, tales como garantizar la seguridad; mantener el diálogo con sectores de la oposición; mirar más hacia el futuro que hacia el pasado; y promover una reforma política. Esto no significa necesariamente que sufrirá una derrota en su lucha por alcanzar un segundo mandato (o el primero de su señora), pero sí producirá dos efectos: a) se reducirán las anunciadas distancias en votos con su oposición, lo que debilitará la gobernabilidad en base a prepotencia; y b) como se privilegiará la política sobre la economía -en perjuicio de esta última-, muchas decisiones empresarias se pospondrán hasta el 2008 (aunque se anuncien en el 2007).

c. Contexto económico internacional

c.1) Es de esperar una disminución del comercio internacional y una cierta caída en los precios de los commodities, particularmente de los metales.

La desaceleración de la economía mundial es ya un hecho y sólo cabe preguntarse por la intensidad con que habrá de influir en el comercio global. Por otra parte, América Latina sigue perdiendo posiciones dentro de éste, frente a otros países o regiones emergentes. El hiper déficit de EE.UU. no sólo no se corrige sino que va en aumento; su mercado inmobiliario ha comenzado a darse vuelta y existen algunas presiones inflacionarias (que podrán mezclarse con cierta recesión o stanflation). Las posibles consecuencias de esta retracción para nuestro país serían: a) disminución moderada del precio de los activos; b) menor inversión externa; c) un menor crecimiento de las exportaciones en dólares; y d) la rentabilidad empresaria continuaría disminuyendo, sea por falta de ajuste de tarifas y precios; el mayor incremento de costos -incluyendo salarios-; y una leve apreciación del peso[4].

Si bien muchos analistas económicos internacionales están confiados en la continuidad de la ola positiva en el comercio internacional, cada vez aparecen más voces que alertan acerca de que los pronósticos optimistas pueden fallar de la misma manera que lo hicieron en el 2001, tras el boom de las empresas llamadas punto.com[5]. Las dudas que se plantean sólo lo son en cuanto a la intensidad con que se podría presentar la crisis –soft o hard landing- y en cuanto a la fecha en que ella se percibirá por los mercados (posiblemente a fines del 2006 o principios del 2007). Por lo tanto, por muy suave que fuera su aparición, es de esperar una disminución del comercio internacional y una cierta caída en los precios de los commodities, particularmente de los metales.

c.2) Disminuiría la tasa de productividad norteamericana –principal baluarte de su crecimiento y del crecimiento del mundo en el último quinquenio-, y disminuiría el volumen de sus importaciones.

De acuerdo a lo ocurrido en lo que va de 2006, parece que el llamado soft landing de la economía norteamericana ya ha comenzado, pero es poco probable que la tendencia actual devenga en una crisis bastante generalizada o hard landing. De todas maneras, el precio de los commodities parece haber llegado a un tope, debido a prudentes medidas de la Reserva Federal en el manejo de la tasa de interés, como así también por parte de las autoridades chinas que revaluaron -aunque levemente- el yen.

En general, China se niega a revaluar su moneda, pese a la presión de los EE.UU. No obstante, sus autoridades parecen preocuparse por algunos síntomas de recalentamiento de la economía. El gobierno chino anunció que usará una parte de sus inmensas reservas para realizar “compras estratégicas y modernizar el Estado”[6], lo que implica vender divisas y revaluar de hecho el yuan (desanimando exportaciones y estimulando importaciones). Hay pasos hacia cierta liberación del yuan (revaluación) y cabe acotar que ya se liberó el tipo de cambio en el puerto de Tianjin[7]. Sin embargo, el crecimiento de su comercio exterior continúa exultante –aunque a un ritmo porcentual menor-: sus exportaciones en septiembre se incrementaron un 30% y sus importaciones un 22%. Es probable que durante el 2006, China alcance un superávit comercial de 150.000 millones de dólares. Sin embargo, según sus autoridades, el objetivo es llevar ese superávit nada menos que a cero, lo que en buen romance significa aumentar las importaciones o bien, reducir sus exportaciones (o una combinación de las dos variables)[8], lo que representa buenas noticias para los commodities, al menos en cuanto a la demanda en volumen (no en dólares).

Algunos analistas explican que la detención y enfriamiento del boom inmobiliario en EE.UU. –cabe aclarar que ya hay un debilitamiento general del mercado inmobiliario mundial[9]-, así como las bajas producidas en las acciones de la bolsa, no constituyen un cambio de tendencia sino tan solo “una corrección coyuntural de toma de ganancias, alimentada por la aparición de temores acerca de una próxima disparada de la inflación”[10]. Es más –sostienen los más optimistas-, el índice Dow Jones ya superó el record de enero del año 2000[11]. Así, resultan ser mayoría los economistas que confirman un “aterrizaje suave”[12], aunque –como sostiene Ricardo Arriazu- se trata de un “aterrizaje al fin”[13].

Otros, en cambio, opinan que a) una menor demanda estadounidense, b) un dólar inestablemente débil, c) una mayor inflación y d) un brote proteccionista, pueden amenazar sensiblemente el crecimiento global. Aducen que si se produce una cierta caída de la demanda de los hogares norteamericanos –una pérdida de la “sensación de riqueza”, motivada por el menor precio de las viviendas (la venta de viviendas usadas cayó un 4,1% en julio último[14]), también disminuiría la recaudación impositiva y el déficit fiscal se tornaría aún más insoportable[15]. Se cree que la venta de casas por estrenar, caerá 12% este año y se sabe que ya las empresas constructoras han perdido hasta un 50% de su valor en la bolsa[16]. También, lamentablemente, se desaceleró la producción industrial: en septiembre, se alcanzó el nivel más bajo de los últimos 16 meses. Todo ello perjudicaría la tasa de productividad norteamericana –principal baluarte de su crecimiento y del crecimiento del mundo en el último quinquenio-, y disminuiría sus importaciones, afectando a los Bric (Brasil, Rusia, India y China) y a otros emergentes asiáticos y americanos. Por otra parte, se calcula que si en EE.UU. el dólar se devalúa o se incrementan los impuestos, con el objeto de enfriar la economía, los consumos norteamericanos de productos locales sustituirán a los importados[17].

Esta visión menos optimista está tomando cuerpo: “El dato negativo de la semana está en el plano internacional: la confirmación de que EE.UU. puede entrar en recesión, según vienen pronosticando Nouriel Roubini y Paul Krugman”, dijo Orlando Ferreres[18]. Por su parte, el FMI en su informe semi anual alertó que “los mercados aún podrían sufrir una corrección más severa que la de mayo”[19]. Y para colmo, otros observadores echan leña al fuego: “El problema es que los aterrizajes suaves casi nunca ocurren”, sostiene E. S. Browning, desde The Wall Street Journal. “Desde mediados de los años 70, casi todas las veces que la Fed ha elevado fuertemente las tasas de interés ha creado una recesión, un bajón bursátil o ambas cosas. La gran excepción fue en 1994 y 1995”[20].

c.3) Salvo una improbable crisis profunda o hard landing, Argentina no sufriría consecuencias graves por una disminución en sus exportaciones –sobre todo en dólares, por baja de precios aunque se mantengan las cantidades-, aunque sí se vería perjudicada por una menor recaudación fiscal debido a esos menores precios internacionales.

Resumiendo, aunque no hubiera una recesión global, nuestras exportaciones caerán en volúmenes y, seguramente, en dólares. Esto significará una disminución del superávit comercial. Cabe aclarar que, si se normalizara la exportación de carnes, esos menores ingresos fiscales podrían parcialmente compensarse.

d. Contexto económico local

De los dos puntales del crecimiento sostenido en los cuatro o cinco últimos años -la exportación y el consumo-, el gobierno ha privilegiado este último, lo que augura más inflación reprimida y menor superávit fiscal.

Se conjugan varias amenazas externas para nuestro comercio exterior, reforzadas por medidas de política interna: Chile impuso trabas arancelarias a los productos lácteos; EE.UU. amenazó con quitar privilegios arancelarios a ciertos productos; Brasil no renovará cuotas a la importación[21]; costará recuperar mercados perdidos por la prohibición de exportación de carnes; se prohibiría –según se anunció- exportar naftas; y se acentuará la caída en la exportación de petróleo (su producción cayó un 16% desde 2002[22]). Por otro lado, la soja perdió -desde junio a agosto- un 15% de su valor[23] y, después de 5 años de crecimiento, caen los precios de las materias primas[24].

El economista Javier González Fraga, subraya cuatro aspectos conflictivos: 1) Falta de suficiente inversión en infraestructura pública; 2) Inflación reprimida y límites a la exportación; 3) Insuficiente integración en el comercio internacional (sólo con un debilitado MERCOSUR); 4) Subsidios a clases medias y medias altas, en lugar de dirigirlo hacia las clases medias-bajas y bajas. Y agregaríamos como punto 5), el cuello de botella en energía y el mayor costo del sector privado para sobrellevarlo.

Juan José Llach, por su parte, ve también cuatro grandes nudos que hasta ahora han podido “esconderse debajo de la alfombra”: 1) Energía insuficiente, con múltiples consecuencias; 2) Acuerdos de precios, que desaniman la inversión; 3) Política monetaria y cambiaria (compra masiva de divisas con emisión cada vez más difícil de absorber); y 4) Desaceleración de la inversión, aumentando la brecha entre PBI Potencial y PBI Corriente[25].

No obstante que una desaceleración de la economía debería disminuir el consumo de energía (al menos la consumida por el sector industrial), los consumos hogareños mantendrán sus altos niveles actuales, dado el exponencial crecimiento de aparatos electrónicos recargables, en conjunción con el mantenimiento de tarifas congeladas. Posiblemente, la demanda total no se incremente, pero el riesgo energético persistirá.

e. Actividad económica

El arrastre estadístico del año en curso, garantiza un piso de crecimiento del PBI para el año 2007. El presupuesto –siguiendo la pésima costumbre de subvaluar el pronóstico de ingresos y egresos, a efectos de no coparticipar los excedentes de recaudación- prevé un crecimiento del PBI del 4,5%[26] y el recalculado 20 días después, algo menos: 4%[27]. En tanto, el Banco Credicoop estima un 6,5%[28]; Goldman Sachs 3,9% para Argentina; y el Banco Mundial 4%. El economista Agustín Monteverde, prevé un 6% de crecimiento en el 2007[29]; y el F.M.I. pronostica un incremento del 6%[30].

Nuestra estimación del crecimiento del PBI oscila entre un 5% y un 6%, dado que aunque se mantenga la misma tendencia en el consumo –por ser un año electoral-, es posible una caída en el ritmo de las exportaciones (en pesos) y una desaceleración en la construcción privada (no en la pública).

Por su parte, la actividad industrial tendría un estancamiento (o sólo muy leve incremento), al mantenerse en los mismos altos valores alcanzados en el 2006, debido al aumento de costos no trasladables a precios; a las dificultades energéticas en algunos sectores; y a los menores precios de algunos rubros de exportación. Por otra lado, los gigantes de la siderurgia esperan un año complicado: la oferta china de acero creció en los últimos 10 años desde un 15% hasta un 35% de la oferta mundial, y les preocupa que un posible freno en la demanda interna china traiga “fuertes desequilibrios” en el mercado mundial[31].

La actividad agropecuaria dependerá de los precios en el mercado mundial y –como siempre- de nuestras lluvias o sequías. Creemos que los precios agrícolas bajarán un poco (en algunos productos). Y, contrariamente a lo que se cree, no es el tipo de cambio que sobrevalúa el dólar el principal factor de las extraordinarias campañas agrícolas, sino los altísimos precios internacionales (ello llevó a decir a Gustavo Grobocopatel: “Si la soja siguiera la precio que tenía en el gobierno de De la Rúa, no contamos el cuento”. Con respecto al sector ganadero, dependerá de decisiones políticas que, hasta ahora, no han sido atinadas. Por lo tanto, el campo no tendrá un gran año pero –salvo accidentes de la naturaleza- podría mantener su actual nivel de rentabilidad, sobre todo, si se reinicia la exportación de carnes.

En la actividad de servicios, habrá que hacer algunas distinciones: las actividades que están dirigidas hacia los sectores más populares –con ingresos fijos- gozarán de buena demanda; en cambio, las orientadas a las clases medias sufrirán también un estancamiento, como consecuencia de incrementos de precios –encubiertos o no- que afectarán la composición de sus consumos.

f. Resultados fiscales

Se presume que la recaudación subirá un 23% en todo el 2006 en curso[32] (representaría un 13% neto de inflación), y a pesar que no se ha reducido la tasa del impuesto a los créditos y débitos bancarios, se espera un menor crecimiento de los ingresos fiscales por menor percepción del IVA y por menores retenciones. Además, surgirán necesidades electorales que, seguramente, significarán una posible baja de impuestos a las ganancias de 4ª Categoría y una probable baja del IVA a productos de la “canasta básica”; lo que si bien representaría una menor recaudación en varios cientos de millones de pesos, pero que sólo se sufriría fiscalmente después de las elecciones de octubre.

Por el lado del impuesto a las ganancias, debemos tomar en cuenta que: entre 2001 y 2004, la rentabilidad de las empresas –en promedio- creció un 28,9%, pero en 2005 se incrementó sólo un 9,8%. Las utilidades por cada peso vendido cayeron, a su vez, desde el 17,8% en 2003 a un 15,1% en 2004, a un 13,1% en 2005 y, hasta ahora, a un 13,3% en 2006. Por otro lado, los costos de ventas pasaron de 49,6% en 2002 al 56,8% en 2006[33]. La rentabilidad empresaria viene en descenso. Por ello, cabe esperar también una reducción de los ingresos fiscales por impuesto a las ganancias, máxime si un fallo de la Suprema Corte de Justicia reconociera los reclamos por los balances empresarios de 2003[34]. Debe destacarse, por otra parte, que la deuda privada –deducible de impuestos a las ganancias- se triplicará en el curso del 2007 (o sea, un 173% más que en el 2006 que finaliza)[35].

Además, es de estimar –como dijimos- menores ingresos por retención en las exportaciones –como consecuencia de la caída de precio de algunos commodities-, a lo que se unirán los mayores gastos que provocarán un año electoral y las cuentas públicas provinciales deficitarias, -sean gobernadores adictos o no al “kirchnerismo”, ya que se tendrá que evitar disturbios-. Recordemos que las provincias están gastando $ 115 por cada $ 100 extras que reciben del gobierno central, según un estudio de la Ieral[36].

g. Ahorro e inversión

La inversión en equipos de producción, que crecía al 25%, ahora se redujo al 11%[37]. Si hasta uno de los máximos defensores del actual modelo, afirma: “La sostenibilidad de la actual expansión económica sólo es factible con un aumento de la inversión en cantidad y calidad”. Y advierte, “La inversión importada es sólo en bienes de consumo durable, cuyo carácter reproductivo es parco”[38].

Para el economista Agustín Monteverde, la inversión bruta representa en el presente año 2006, un 21% del PBI (y nos recuerda que en el 2005, representó un 22%). Advierte que para colmo, más de un 60% de ella está dirigida al ramo de la construcción –en general, poco reproductiva-, por lo que la inversión realmente reproductiva no alcanzaría ni al 10% del PBI, menos del mínimo necesario para reponer la depreciación de equipo[39]. No obstante, el Banco Credicoop prevé una suba en el rubro inversiones del 15%, o sea, que permitiría alcanzar hasta un 24% del PBI[40].

Pese al crecimiento del PBI, la inversión posiblemente disminuya hasta un 20% ó 21% del PBI, debido a la menor incidencia de la construcción privada; la vigencia de los precios máximos o “acordados”; y por una mayor incertidumbre política hasta las elecciones. Recordemos que, en agosto, la venta de viviendas cayó un 21% en la capital, y ya existen dificultades y demoras para terminar algunas obras en construcción bajo el régimen de fideicomiso.

h. Consumo

El presupuesto nacional pronostica un incremento del consumo en un 3,3%[41], mientras que el Banco Credicoop lo calcula en un 5,5%[42]. Aunque las caídas de los principales indicadores macroeconómicos representarán una menor disponibilidad de recursos fiscales, las necesidades políticas del gobierno –en cuanto a la ayuda económica a las provincias y a gratificar las tasas de consumo de las clases medias y bajas-, lo llevará a imprudentes medidas destinadas a incentivar el consumo, cuyos efectos negativos sólo se percibirán con posterioridad al año 2007. Podemos esperar un buen nivel de actividad, con tasas similares o mayores de consumo a las del año 2007, y con un probable “recalentamiento” de la economía que devendría en un incremento de la inflación hacia fines de ese año.

i. Precios y tarifas

Los controles de precios –salvo un no descartable pero poco probable colapso político o económico- continuarán hasta fines de 2007 o comienzos del 2008, con algunas atenuaciones en su rigidez para evitar desabastecimiento o las paralizaciones en algunas actividades. No obstante, es más que probable que los controles se vayan relajando por varios motivos: desgaste de los funcionarios; acción de lobby de empresas; presiones internacionales; o bien, por sustitución de tipos o tamaño de productos y/o marcas. Ello, redundará en pérdida de poder adquisitivo por parte de los segmentos de población con ingresos fijos, que las autoridades tratarán de paliar antes de las elecciones con aumentos “por única vez”. Por lo tanto, esperamos una inflación superior a la del año 2006 –tal vez hasta de un 15% o más en el IPC-, especialmente cuando se computen los aumentos del último trimestre del 2007.

j. Tipo de cambio

El presupuesto nacional prevé un tipo de cambio de $ 3,10 ó $ 3,12 por dólar, aunque en el recálculo de 3 semanas después, lo estableció en $ 3,13. Por lo tanto, si la inflación alcanzara a un 10% o un 15% y la tasa de cambio sólo variase en un 1% o menos, estaríamos frente a una apreciación neta del peso argentino. Por ello, el economista Eduardo Curia lo sitúa alrededor de $3,50[43]. Siguiendo la pauta del economista Agustín Monteverde, pensamos que una paulatina apreciación del peso parece inevitable y que el tipo de cambio no subirá al mismo ritmo que la inflación[44].

k. Tasa de interés

Eduardo Curia, sugiere subsidiar la tasa de interés, para asegurar así el superávit primario, por lo que propone rebajar los encajes al nivel anterior a la disposición del BCRA[45]. Dicha suba de encajes también fue atacada hasta por el Ministro de Planificación, Julio De Vido y por los banqueros “oficialistas” Carlos Heller y Jorge Brito[46]. Sin embargo, nuestra opinión es que –salvo una improbable crisis político-económica- el Banco Central evitará desbordes y no alentará expansión del crédito, manteniendo encajes y el nivel de las tasas de interés.

l. Comercio exterior y patentes

Para el año en curso, habíamos previsto la imposibilidad de un acuerdo entre Monsanto y las autoridades, lo que desgraciadamente se cumplió[47]. Sin embargo, es probable que esta situación se revierta en el 2007 y haya un acuerdo entre las partes, visto la necesidad del gobierno de impulsar las exportaciones en volumen para compensar las posibles caídas en los precios. Patricio Lamarca, desde la Secretaría de Agricultura, dijo: “Monsanto es importante para la Argentina y Argentina es importante para Monsanto”, aunque agregó a la declaración: “No hay absolutamente oportunidad de diálogo hasta que Monsanto retire los pleitos”. No obstante, es probable un arreglo ante la próxima aparición de la nueva generación de transgénicos RR2, más resistentes a la sequía[48]. Por lo tanto, estimamos un posible acuerdo reconociendo regalías -tras 3 años de agrias discusiones y demandas judiciales- y, a cambio, Monsanto dispondría el levantamiento de los juicios ya iniciados[49].

m. Exportaciones

El presupuesto nacional prevé un crecimiento modesto de las exportaciones para el 2007: el 7,8%[50]. Por diversas causas –cambios en la economía brasileña y en la política de aranceles del MERCOSUR-, no podemos prever a este momento cómo evolucionará el mercado exportador automotriz, un rubro por demás significativo en las exportaciones de origen industrial. Pensamos que, a pesar de una situación mundial económicamente estancada –con algunos precios a la baja-, este valor de crecimiento de casi el 8% en dólares, se verá superado gracias a mayores volúmenes de exportación.

n. Importaciones

Las autoridades económicas estiman un crecimiento algo mayor de las importaciones que el de las exportaciones, en el 2007: un 10,7%[51]. Este pronóstico, seguramente está influido por la intención de pautar mayores ingresos impositivos por IVA de exportación. Sin embargo, una leve apreciación del peso argentino desalentaría ese incremento importador, máxime cuando se están alcanzando ciertos niveles de saturación en materia de electrodomésticos y equipos electrónicos. En nuestra opinión, las importaciones crecerán pero en menor medida que las exportaciones, como consecuencia de cierta revaluación del peso; algo menos de actividad industrial; y menores necesidades de reposición o de inversiones.

o. Desempleo

Visualizamos una estabilización del mercado de empleo, manteniéndose reducida la desocupación a los niveles actuales o levemente mayores, pues aumenta la población buscadora de empleos a menor ritmo que la creación de ellos. La incorporación (“blanqueo”) de un número significativo de empleadores del servicio doméstico, no se repetirá en el 2007 aunque sí se pueda mantener. Pero el efecto que han producido en los dadores de empleo ciertos fallos judiciales, lejos de toda proporción y rigor; más los anunciados nuevos regímenes de materia de riesgos del trabajo, pasantías y personal temporario; y, sobre todo, la altísima presión sindical que se vivirá en un año electoral, redundarán en un desaliento en la generación de nuevos empleos por parte de los potenciales empleadores, interrumpiendo la tendencia a un menor desempleo de los últimos tres años.

p. Combustibles

Las medidas de corte intervencionista “duras” (prohibición de exportar naftas, prohibición de patentar nuevos autos a gasoil[52] o a gas) pueden aparecer durante 2007, con puro afán proselitista. Pero habrá dificultades en materia de combustibles si no se sinceran tarifas y precios, o se establecerá algún tipo de racionamiento de consumo o de tránsito.

q. Servicios públicos

A la inversa de estimado para el caso de Monsanto, considerábamos factible durante el año en curso, el término de la disputa con el Grupo Suez por la administración de las aguas corrientes. Hasta ahora, ello no ocurrió. Sin embargo, nuestro gobierno ha revisado su política exterior con Francia y ello puede cambiar las cosas. “Si no se consigue un resarcimiento para Suez, si no se acuerda una forma de pago de la deuda de u$s 6.000 millones que Argentina tiene con el Club de Paris, la confianza entre ambos países se resentirá, y eso será malo para posibles inversiones francesas”, dijo Jean Francois Copé, ministro de Presupuesto y Reforma del Estado francés[53]. Por otro lado, Suez está por fusionarse con Gaz de France, tornándose todavía más importante de lo que ya era globalmente. Estimamos que durante 2007 –si no antes- se hará algún tipo de acuerdo directo o indirecto con el Grupo Suez, de manera de lograr las importantes inversiones que el servicio requiere.

Con respecto a otros servicios públicos (luz, telecomunicaciones y transporte), su desarrollo y actualización estarán supeditados al calendario electoral, por lo que las inversiones necesarias tendrán más carácter más enunciativo que dispositivo, y su puesta en marcha se trasladará al 2008.


Anexo: Estado de las estimaciones para el presente año
2006 y su grado de verificación a tres meses de finalizar.


Decíamos el año anterior: “El encuadre económico y político del año 2006, parece estar fuertemente supeditado a la marcha de la economía norteamericana. Si ésta persistiera en sus actuales índices de crecimiento –y motor de arrastre del comercio internacional- poco podrá afectar a nuestro “viento de cola”. Si su ímpetu se detiene –sea suave o abruptamente- las cuentas fiscales y el modelo agro-exportador se complicarán”. Aunque algo atenuada en su crecimiento, la actividad económica de EE.UU. ha gozado –contra nuestras estimaciones- de buena salud y sólo ha habido hasta el momento, un enfriamiento del sector inmobiliario.

Por eso, en los escenarios que elaboráramos en octubre de 2005, sosteníamos: “hemos partido desde un escenario con alta probabilidad de ocurrencia según varios y calificados analistas: la ruptura de la llamada “burbuja inmobiliaria” en los EE.UU. –sea suave o abruptamente- y una consecuente recesión cuya intensidad no puede preverse. Por lo tanto –de cumplirse esa premisa-, sus efectos se trasladarían a todo el comercio internacional y afectaría por cierto a nuestras exportaciones[54]”. Esta ruptura, repetimos, no se ha verificado –al menos hasta ahora-, aunque parece haber comenzado y recién tomar intensidad hacia fines de año o comienzos del próximo. Esto ha repercutido en una baja performance en nuestra previsión de escenario para el año 2006. Veamos esos resultados:

1. Probable decrecimiento generalizado del PBI en todo el mundo, afectando a nuestro comercio exterior (menores exportaciones tanto en volúmenes como en precios, y, viceversa, mayor presión en precios -y aún dumping- en productos de importación),así como el nivel de nuestra actividad económica. No cumplido

2. Los aumentos de la tasa de interés internacional –si continúan, y pareciera que así va a suceder- perjudicarían a toda la economía internacional pero mucho más a las economías de los países emergentes. Parcialmente cumplido.

3. Esta situación del comercio mundial provocaría una reversión de la actual tendencia hacia la revaluación del real brasilero. No cumplido

4. Posible descenso de precios internacionales en productos siderúrgicos, junto a incremento de las barreras proteccionistas. No cumplido

5. Las menores exportaciones y el aquietamiento de la actividad interna, provocarían una reducción del crecimiento de nuestro PBI, alcanzando valores por debajo del 4,5% de incremento. No cumplido

6. Disminución del superávit fiscal con respecto al obtenido en 2005, debido a una menor recaudación por retenciones a la exportación, menores importaciones y por menor actividad económica interna. Parcialmente cumplido

7. Leve reducción de la tasa de inflación anual -alcanzando valores de un dígito-, como consecuencia de la menor actividad interna y un menor volumen exportado. Parcialmente cumplido

8. Fuerte conflictividad laboral y social, principalmente en el sector público, tanto en el ámbito nacional y provincial como en el municipal. No cumplido

9. Continuará la amenaza de crisis energética, en la medida en que no repitamos un invierno benigno como el del 2005. Verificado

10. Salvo un giro de la política económica del gobierno -que hoy parece improbable- la tasa de inversión se mantendrá en los actuales niveles. Verificado

11. Se mantendría el mismo grado de presión impositiva. Verificado

12. Posible agudización de la crisis por el pago de regalías en los productos transgénicos. Verificado

13. Pocas probabilidades de que se efectúe la continuamente anunciada y, más aun conversada, reforma política. Verificado

14. El nivel de empleo podría alcanzar una leve mejoría (disminuiría la cantidad de trabajadores informales por la incidencia del “blanqueo” en el servicio doméstico). Verificado

15Acuerdo -más o menos encubierto y casi incondicional -con el Grupo Suez o con sus sucesores internacionales. No cumplido.
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Noviembre de 2006

[1] “Riesgo político: se multiplican los focos de preocupación en el frente emergente”, por Calara Agustoni y Soledad Navarro, en El Cronista, 22-09-2007, pg.25.
[2] Adelantándose 6 meses a la fecha original, “Rusia quitó todos los controles cambiarios sobre su divisa”, El Cronista, 04-07-2006.
[3] “What´s News”, The Wall Street Journal Americas, en La Nación, 22-08-2006, sec.2, pg.7.
[4] “La economía en 2007 y después”, por Juan J. Llach, El Cronista, 10-10-2006, pg.14.
[5] “Los pronósticos de crecimiento global generan dudas”, por Wolfgang Munchau, en El Cronista, 19-09-2006, pg. 15.
[6] “China buscará descelerar su acumulación de reservas”, EFE y Reuters, en El Cronista, 06-09-2006, pg. 10.
[7] “Bajo presión, China avanza en liberalización del yuan”, El Cronista, 12-09-2006, pg.10.
[8] “China supera en nueve meses el superávit comercial de todo 2005”, El Cronista, 13-10-2006, pg.13.
[9] “Se debilitó el mercado inmobiliario global”, editorial del El Cronista, 23-08-2006, pg.12.
[10] “¿Cambia el escenario?”, por Luis Palma Cané, Noticias, 27-05-2006, pg.35.
[11] “Impulsado por la caída del crudo, el Dow Jones tocó un nuevo máximo histórico”, por Soledad Navarro, El Cronista, 04-10-2006, pg.24.
[12] “La Fed se asegurará que la economía de EE.UU. tenga un ´aterrizaje suave´”por Soledad Navarro y Sabrina Corujo,, en El Cronista, 18-09-2006, pg.23.
[13] Conferencia en la Fundación Carlos Pellegrini, 06-09-2006.
[14] “El mercado inmobiliario desinfló los mercados”, El Cronista, 24-08-2006, pg.21.
[15] “Estados Unidos podría desacelerar al mundo”, por Martín Wolf, El Cronista, 29-09-2006, pg.15.
[16] “Las constructoras de EE.UU. perdieron la mitad de su valor”, El Cronista, 08-09-2006, pg.14.
[17] “Europa enfrenta la amenaza del déficit de EE.UU.”, por Martín Feldstein –profesor de Harvard y ex presidente del Consejo de Asesores Económicos del Presidente Reagan-, en El Cronista , 07-08-2006, pg.13.
[18] Las Claves de la Semana,, en El Cronista, 01-09-2006, pg.16.
[19] El Cronista, 13-09-2006, pg.22.
[20] “El sueño del aterrizaje suave de la economía”, en La Nación, 21-08-2006, sección 2ª, pg.5.
[21] “Brasil no renovará pactos que protegen a la industria argentina”, La Nación, 26-08-2006, sec.2ª., pg.3.
[22] La Nación, sección Economía y Negocios, por Néstor Scibona, 08-10-2006, pg.6.
[23] Ambito Financiero, 13-09-2006.
[24] “Caen las materias primas por el temor que la economía se frene más de lo esperado”, por Sabrina Corujo, El Cronista, 12-09-2006, pg.22.
[25] “Mejor desatar los nudos antes que se hagan galletas”, por Juan J. Llach, en El Cronista, 12-09-2006, pg. 16.
[26] “Economía armó un Presupuesto ultra conservador para el 2007”, por Juan Cerruti, en El Cronista, 05-09-2006, pg.3.
[27] “Economía armó un Presupuesto ultra conservador para el 2007”, por Juan Cerruti, en El Cronista, 05-09-2006, pg.3.
[28] “Prevén para 2007 un alza del PIB del 6,5%”, en El Cronista, 25-09-2006, pg.10.
[29] Informe Inc, de Vicente Massot/Agustín Monteverde, 19-09-2007.
[30] “Perspectivas Económicas Mundiales 2007”, F.M.I.
[31] “Siderúrgicas temen baja de la demanda china”, El Cronista, 03-10-2006, pg.19.
[32] “La recaudación apunta a subir 23% este año”, El Cronista, 18-09-2006, pg.12.
[33] “Inversión: el juego ahora se llama consistencia”, por Jorge Vasconcellos, en El Cronista, -6-10-2006, pg.16.
[34] La S.C.J. está recabando asesoramiento –habilitó la figura romana del amicus curiae- para reestudiar el tema. El Cronista, 02-10-2006, sec. Abogados Corporate, pg.III
[35] “Los vencimientos de desuda privada se multiplicarán por tres en 2007”, en El Cronista, 05-09-2006, pg.21.
[36] “Primeras luces de alerta en las cuentas públicas provinciales por la suba del gasto”, Consejo editorial de El Cronista, 29-08-2006, pg.12.

[37] “La economía creció 8,3% hasta la mitad del año, pero se desacelera la inversión”, por Juan Cerruti, en El Cronista, 15-09-2006, pg.2.
[38] “Los ´animal spirits´ y la inversión”, por Eduardo L. Curia, en El Cronista, 04-10-2006, pg.16.
[39] “Economía armó un Presupuesto ultra conservador para el 2007”, por Juan Cerruti, en El Cronista, 05-09-2006, pg.3.
[40] “Prevén para 2007 un alza del PIB del 6,5%”, en El Cronista, 25-09-2006, pg.10.
[41] “Economía armó un Presupuesto ultra conservador para el 2007”, por Juan Cerruti, en El Cronista, 05-09-2006, pg.3.
[42] “Prevén para 2007 un alza del PIB del 6,5%”, en El Cronista, 25-09-2006, pg.10.
[43] “La importancia de los “fundamentales” del modelo”, en El Cronista, 05-09-2006, pg.14.
[44] Informe Inc, de Massot & Monteverde, 10-10-2006.
[45] “La importancia de los “fundamentales” del modelo”, en El Cronista, 05-09-2006, pg.14.
[46] “El bienvenido debate económico”, por Cecilia Boufflet, Noticias 12-08-2006, pg.38.
[47] “Monsanto frena otro embarque de harina de Soja” y “Monsanto, las regalías y una batalla de fin impredecible”, El Cronista, 08-02-2006; “Monsanto frena otro barco y se agrava el conflicto por las regalías”, El Cronista, 14-02-2006; “Exportadores dicen que bajará el precio de la soja argentina por Monsanto”, El Cronista, 15-02-2006; y “El Gobierno va a la Justicia europea a frenar a Monsanto”, El Cronista 16-02-2006. A ello se agregó otro conflicto impositivo con las semilleras[47].
[48] “Conoce el verdadero fondo de la guerra sojera entre Argentina-Monsanto?, http://www.urgente24.com/, 06-09-2006.
[49] “Monsanto, dispuesta a levantar los juicios en Europa por regalías”, por Alejandra Groba, en El Cronista, 25-08-2006, pg.21.
[50] “Economía armó un Presupuesto ultra conservador para el 2007”, por Juan Cerruti, en El Cronista, 05-09-2006, pg.3.
[51] “Economía armó un Presupuesto ultra conservador para el 2007”, por Juan Cerruti, en El Cronista, 05-09-2006, pg.3.
[52] En El Cronista, 05-09-2006, pg.7.
[53] “Vendrán más inversiones si se acuerda con Suez, dice Francia”, por Francisco Olivera, 07-10-2006, sec.2ª.pg.3.
[54] Ver “Perspectivas Microeconómicas” N° 77, nov. 2005: ¿Qué pasaría si se presenta cierto contexto internacional de crisis?